
El perro Pastor Alemán es de temperamento equilibrado, con nervios firmes, seguro de sí mismo, totalmente desenvuelto y (excepto cuando es provocado) totalmente benigno; al mismo tiempo debe ser atento y fácil de entrenar. Debe poseer valor, instinto de combate y rudeza para poder ser apropiado como compañero, guardián, perro de protección, de servicio y de pastor
No hay comentarios:
Publicar un comentario